¿Qué es la narración?
Dentro de los diferentes tipos de textos orales y escritos que producimos, la narración es, sin duda, uno de los más importantes, pues está muy presente en nuestra vida cotidiana: desde el relato de una simple anécdota, pasando por escribirle un correo electrónico a un amigo sobre hechos que nos suceden, hasta la lectura de una noticia en un periódico; de esta forma, se convierte en la forma textual más utilizada, porque lo habitual en nuestra vida diaria es contar cosas. También, conviene tener claro que la narración no excluye la presencia de otros tipos de texto, de hecho, es muy frecuente que aparezcan diálogos o descripciones, que aportan información más detallada y que enriquecen el texto narrativo en cuestión.
¿Cuáles son los tipos de narración?
Junto con el relato de anécdotas y de acontecimientos de nuestra vida diaria, la narración está muy presente en el ámbito literario, por ejemplo, en una novela o un cuento, en un romance, y también en el ámbito periodístico, como es el caso de una noticia o suceso de actualidad. Es muy importante diferenciar la narración literaria y periodística de la narración de una anécdota en el contexto de una conversación, puesto que las dos primeras están sujetas a una serie de convenciones y normas propias del contexto en el que se producen. Teniendo en cuenta esto, podemos distinguir tres tipos de textos narrativos dependiendo del ámbito o situación comunicativa:
Los tipos de narración
- Ámbito cotidiano: se trata de narraciones, orales o escritas, en las que se relatan unos hechos o acontecimientos de los que somos participes directa o indirectamente: una anécdota, un testimonio, una experiencia personal, un diario, etc.
- Ámbito literario: engloba las narraciones ficticias, como las que se relatan en prosa (novelas, cuentos populares o literarios) o en verso (romances, poemas épicos, etc.), y que se ajustan a las características propias que posee todo texto literario.
- Ámbito periodístico: en él se incluyen acontecimientos de actualidad, que pueden adoptar la forma de una noticia, un relato novedoso reciente y de interés público, o también la de una crónica, la narración de un acontecimiento relevante a lo largo de un periodo de tiempo determinado.
Aunque a lo largo de este tema vamos a trabajar los textos de estos tres ámbitos, nos vamos a centrar, sobre todo, en las narraciones cotidianas y periodísticas con las que estamos más familiarizados.
¿Qué características tienen los textos narrativos?
Los textos narrativos se caracterizan por la presencia de unos rasgos claramente identificables:
Verosimilitud: no debemos confundir esta palabra con veracidad, cualidad de verdadero. Que un escrito narrativo resulte verosímil quiere decir que parezca verdadero, es decir, que no entre en contradicción con nuestros conocimientos de la realidad. Tampoco tiene por qué ser una copia exacta, fotográfica de la realidad. La verosimilitud consiste en presentar unos hechos como ciertos aunque no lo sean; por ello, a veces es aconsejable partir de acontecimientos conocidos o vividos directamente.
El punto de vista narrativo: para que una narración resulte atractiva y logre despertar la curiosidad de los receptores, es fundamental lo que se cuenta, pero, sobre todo, cómo se cuenta. Todo va a depender de cómo se nos presenten los hechos, los personajes que intervienen, el ambiente, etc. La adecuación de todos estos elementos ha de estar bien engarzada y estructurada, de acuerdo con el enfoque o perspectiva que adopte el narrador de la historia, el cual nos da el tono de su narración.
¿Cuáles son los elementos que componen una narración?
Todos los textos narrativos que elaboramos, orales o escritos, e independientemente del ámbito al que pertenezcan, cotidiano, literario o periodístico, poseen unos elementos comunes:
- El narrador o narradores: se trata de la voz, o voces, que nos relatan la historia. Puede ser protagonista de los hechos que se narran, testigo o el vehículo transmisor o canal que nos cuenta o refiere algo que le ha ocurrido o le han contado.
- Los hechos o acciones (el argumento/la trama): en toda narración es fundamental que ocurra algo. Los acontecimientos son la materia prima de todo texto narrativo. La forma en la que van sucediendo esos acontecimientos suele seguir un orden cronológico: los hechos se van sucediendo a medida que van apareciendo, hasta llegar a un desenlace. Este es el orden más habitual: presentación de una situación, desarrollo de los hechos y solución final; pero también pueden existir otras formas de ordenación, como veremos más adelante
- Los personajes o personas: son los que protagonizan o intervienen, directa o indirectamente, en los acontecimientos que se nos presentan; pueden ser imaginarios, pero también reales, como cuando se trata de una anécdota o una biografía.
- El ambiente: se trata del marco narrativo en el que se sitúan los acontecimientos narrados y en el que se desenvuelven los personajes reales o ficticios que los protagonizan. La descripción de este entorno ayuda a dotar a la narración de mayor verosimilitud, de entenderlo como algo auténtico. También se entiende por el marco temporal en el que suceden los hechos que se narran.
- La descripción: Los textos narrativos incorporan descripciones del ambiente, los personajes, el narrador, etc. Estos detalles enriquecen la narración y ayudan a progresar la trama.
- El tono: Nos deja entrever el estado emocional del narrador y su actitud frente a los hechos que narra; está relacionado con el punto de vista narrativo.
Adaptada de:
Guillermo Diamante Colado y Laura Morales López, Análisis y comprensión de textos, CC BY-NC-SA.
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